1- El Corazón de La Boca: Caminito, un museo al aire libre.

Muchos inmigrantes italianos llegaron a mediados del siglo XIX a vivir a La Boca debido a las posibilidades de trabajo que les ofrecía el puerto cercano. Hicieron sus casas con tablones de hierro corrugado y pilares de madera, y usaron la pintura que los astilleros desechaban para proteger sus paredes.

Después de varias décadas, los edificios fueron demolidos y reemplazados por casas descoloridas. En la década de 1950, el pintor Benito Quinquela Martín instó a sus vecinos a pintar sus hogares con colores vivos para honrar su herencia italiana. Caminito pasó de ser una calle desolada a un lugar alegre y dinámico, y en 1959 fue declarado “Calle Museo” por las autoridades.

Al día de hoy es parte del paisaje típico, lleno de esculturas, mosaicos y arte callejero que los turistas siempre quieren visitar. Puedes degustar una variedad de platos típicos, buscar un regalo en su mercado de artesanías e incluso ver bailar tango. Hay muchas cosas por hacer y todas están en un solo lugar.

2- La Bombonera, el famoso estadio de fútbol de Boca Juniors.

Inmigrantes italianos fundaron el club en 1905. Al principio usaban una camiseta blanca con una fina línea negra. Pero compartían esos mismos colores con otro club, por lo que decidieron quién lo mantendría en un partido de fútbol. Y Boca perdió. Juan Bricchetto, presidente del club en este momento, debió buscar algo nuevo. Como antiguo trabajador portuario, eligió los colores del Drottning Sophia, un barco sueco que en ese momento se encontraba en el puerto. Así fue como el azul y el amarillo de la bandera sueca se convirtieron en los colores distintivos del club.

La Bombonera
El gigantesco estadio, con capacidad para 59.000 espectadores, fue inaugurado en 1940. Su curiosa forma de “D” es la razón de su increíble acústica, y la forma inclinada en que se ubicaron los asientos crea una sensación de cercanía con la gente. Pero lo más importante es su público.

Los hinchas de Boca Juniors son quienes crean la mística. Sus cantos y gritos durante los partidos forman un ambiente vibrante, como el latido de un corazón, que solo se siente dentro del estadio. Incluso la revista alemana Kicker señaló que La Bombonera “no es para los débiles de corazón” y lo eligió como el mejor estadio del mundo.

Dejamos el enlace a la web del club: https://www.bocajuniors.com.ar/el-club/la-bombonera

3- Vuelta de Rocha y el puente transbordador Pedro Avellaneda.

Junto con los coloridos muros de las casas, estos dos lugares también son un hito distintivo en La Boca. Vuelta de Rocha fue originalmente un meandro del Riachuelo, removido en la década de 1880 para dar paso al actual espejo de agua frente al centro del barrio. Ahora es una pequeña plaza al lado de Caminito y hay quienes dicen que fue el lugar donde Pedro de Mendoza fundó originalmente Buenos Aires.
Desde la Vuelta de Rocha puedes caminar junto al Riachuelo hasta el puente transbordador. Fue construido en 1914 para transportar a miles de trabajadores que debían cruzar de Buenos Aires a Avellaneda, en momentos en que esta última era la principal ciudad industrial y obrera del país. Abandonaron el puente en décadas sucesivas. Ahora restaurado y ocasionalmente en funcionamiento, es uno de los últimos 8 puentes transbordadores del mundo.

¿Cuándo se puede visitar?

El mejor momento para visitarlo es durante el día. Y recuerda que durante los fines de semana Caminito suele estar demasiado lleno. Tampoco es buena idea alejarse demasiado de las calles más turísticas.

Y tú, ¿ya la has visitado? ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Cuál fue el mejor lugar en el que has estado? ¡Espero que te haya gustado este artículo!